El lenguaje de la representación



Combinaciones de lenguaje en la representación
Existen diferentes posibilidades: 1) La redundancia; 2) el anclaje; 3) el relevo; 4) la complementariedad; 5) Acumulación y parquedad 

  1. La redundancia: Consiste en decir lo mismo con varios códigos distintos. Este lenguaje sirve para subrayar, insistir, redoblar el efecto sobre el espectador. Por ejemplo: el personaje debe mostrar una expresión de furia con palabras, entonces se pueden crear redundancias tensando las facciones, enrojeciendo el rostro, apretando los puños, golpeando un objeto, etc. 
  2. El anclaje: Consiste en amarrar el significado, para que no sea posible pensar en significaciones que no interesan al autor o al director. El anclaje caracteriza al teatro naturalista. El teatro experimental y simbolista puede tender a la significación ambigua. 
  3.  El relevo: Un lenguaje puede tomar el relevo de otro. Por ejemplo, un personaje que se enoja puede relevar la palabra con un simple gesto.  
  4.  La complementariedad: Un lenguaje puede ser complementado por otro para que el impacto sobre el espectador sea mayor. Por ejemplo, dos enamorados dicen que se quieren;  pero si mientras lo dicen, todo queda en silencio y la luz sobre ellos es tenue, esto genera un efecto sugestivo que complementa al diálogo. Los lenguajes complementarios en este caso son: la música y la luz. 
  5. Acumulación y parquedad: La multiplicación de lenguajes conviene a ciertos teatros de signo barroco (s. XVII). Pero puede ser negativo para otros. Por ejemplo, para Samuel Beckett. Este autor del siglo XX, nos ha dado una gran lección de rigor, reduciendo muchas veces al mínimo los lenguajes. Al reducir y debilitar los lenguajes, lo que vemos alcanza una gran intensidad plástica. Por ejemplo, un escenario totalmente a oscuras en el que una débil luz ilumina sólo unas caras; es evidente que estas caras van a tener mucha fuerza en la escena propuesta. Pero recordemos que un mismo procedimiento puede ser bueno en un caso y malograr la situación en otro.
                                                                                
¿Cómo se puede pasar de un texto, que solo contiene signos lingüísticos a la representación que contiene tantos signos no lingüísticos?

  •   Esto aparece en las didascalias o acotaciones escénicas ( juego de signos verbales y no verbales -visuales, acústicos, musicales- por lo general colocados entre paréntesis).  que no pasan lingüísticamente a la representación.
  •     En los propios diálogos, aunque sea de forma explícita. Si un personaje le dice a otro que se siente, éste deberá hacerlo y deberá haber una silla en escena.

Existe diferencia entre lo dicho y el modo de decirlo; entre lo que el texto denota y lo que connota. Por ejemplo, pensemos en las palabras dichas por un personaje que llamaremos Don Alonso:
“Don Alonso: Margarita es una chica muy bonita”.
Lo que entendemos sencillamente a partir de las palabras empleadas es la denotación; lo que sugiere el texto, es la connotación.

                                                                                           Extractado de   Francisco Torres Monreal

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